Las expectativas se generaron a partir del anuncio del presidente, Mauricio Macri, durante el debate del domingo. ""A partir del 1 de enero sus créditos se van a ajustar por salario, no más por inflación. Cientos de miles de familias necesitan acceder a la vivienda propia", lanzó Macri, en su rol de candidato a la reelección, sobre los créditos UVA. "Las familias están preocupadas por las cuotas", añadió.
Ya por la crisis, en agosto se congelaron los valores de las cuotas, y esa medida estará vigente hasta diciembre. Luego, entraría a regir el nuevo sistema,
Según repasó Profesional.com, el ajuste de los créditos hipotecarios actualizados por UVA, que fueron lanzados por el gobierno actual en marzo de 2016, se realizaba por el índice de inflación (IPC), pero a partir de 2018 el impacto de las cuotas sobre los salarios de los deudores fue cada vez más alto, por lo que se tuvieron que hacer varias modificaciones, como por ejemplo el congelamiento de los valores de las cuotas, vigente hasta diciembre de 2019.
Ahora, lo que propone Macri es anular la fórmula de ajuste de estos créditos y reemplazarla por una actualización igual al coeficiente de variación salarial (CVS).
"Con este esquema no se cambia las condiciones de los contratos con los bancos, las familias abonarán la parte ajustada por la suba del salario y la diferencia con la inflación saldrá de este fondo. El sistema es sustentable porque a largo plazo salarios e inflación tienden a converger", explicó el secretario de Vivienda, Iván Kerr, a El Cronista.
Este medio cita fuentes de la Casa Rosada para asegurar que los fondos para la creación de este sistema de compensación "ya están establecidos en el Presupuesto 2020", y las opciones para aplicar esta compensación son dos: capitalizar todo junto o hacerlo vía Coeficiente de Variación Salarial más un uno o dos por ciento y que concluya dentro de unos 10, 12 meses.
Según esta nueva modalidad, el deudor solo pagará la cuota que surja del Coeficiente de Variación Salarial, que es el índice salarial de empleo formal que mide el Indec. De esta manera, la diferencia la cubrirá el Estado, a través de un fondo compensador.
Durante el 2018 la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación fue de 14,3% y este año las cuotas llevan un aumento de 35%, en línea con la inflación al momento en que se congelaron las cuotas -la inflación acumulada hasta septiembre es de 37,7%- y en los últimos cuatro años el salario mostró una pérdida real de 26% respecto de la inflación.